Oye Sabilondo, te comento que voy a estar de viaje, y como el departamento ya está vacío, ahí te encargo que lo enseñes, y ya si alguien se interesa, dile que me deje recado en la grabadora de mi teléfono. Si acaso se vende yo te paso "una lana"...
Muy bien patrón... Usted pierda cuidado yo me "encargo de todo"...
Este pequeño pero consistente diálogo, que acaban de sostener el dueño del departamento y su portero, es sin la menor duda el fin del proceso de venta, y el principio de una colección inimaginable de problemas, que el propietario de este inmueble tendrá para vender o rentar su "depa".
Es tan fácil pensar que el portero puede sustituir a un profesional inmobiliario, y más aun tentador el creer que con una "propina" se ahorrará la comisión de venta.
Si bien es cierto que en México somos los más profesionales en la ciencia de la improvisación, y expertos en reparar las malas decisiones que tomamos, también es cierto que en nuestro país estamos llenos de corredores profesionales y expertos en vender casas.
Entonces... ¿Porqué creemos en los falsos ahorros y en poner a alguien que aunque sea de nuestra confianza, no está dedicado a vender casas? Sabilondo es bueno para vigilar, y lavar autos, y mantener limpio el edificio, sin embargo por bueno que sea Sabilondo, no lo será para promover la VENTA o la RENTA de un inmueble.
Me pregunto si Sabilondo... ¿Podrá resaltar las virtudes del departamento, y señalar con cuidado los defectos del mismo?.
¿Acaso Sabilondo podrá asesorar en materia de créditos al futuro comprador, o ayudarlo a decidir si este departamento es el mejor de la zona?
¿Cómo le hará Sabilondo para cerrar la venta, si acaso considera que es el momento oportuno?
En cualquier otro país donde hay licencia para poder desempeñarse como corredor, Sabilondo acabaría en la cárcel por usurpación de profesión, pero en México voy a señalar los problemas que va a causar este portero "enseña casas"...
En primer lugar no sabemos que le dirá al posible visitante, con tal de ganarse la tan esperada "propina", que en la mayoría de los casos no sabe si la va a recibir, y mucho menos sabe de cuanto es la cantidad.
En segundo, es muy posible que este propietario ya hubiese hablado con algunos corredores que aceptan trabajar masoquistamente sin exclusiva, y siendo así, su principal enemigo será Sabilondo, pues el se encargará de quitarle los clientes a los corredores, y lo único que se logrará es una guerra entre portero y corredores, que perjudicará la VENTA o la RENTA de su inmueble.
Tercero: Si el Propietario reflexionara positivamente, acabará contratando a un corredor profesional, pero con toda seguridad se le olvidará decirle al portero que ya no necesita de sus servicios, y si Sabilondo observa que su tan esperada "propina" le salen "alitas", verá como causante al nuevo corredor profesional, y se encargará de echarle a perder su labor, hablando mal del edificio, de los vecinos y en general tratará de "espantar" al nuevo comprador o inquilino.
Lo anterior es lo menos que podrá suceder, pues ya supimos de un caso en el que el Sabilondo del edificio en cuestión le abrió por segunda ocasión a un cliente del corredor, y le dio el teléfono del dueño. A este propietario le dio amnesia cuando tuvo que pagar la comisión, y se le olvidó que tenía un contrato de exclusividad con su corredor, y fue el juez el que obligó al dueño a pagar por los servicios prestados.
El propietario no tuvo mas remedio que pagar, y me pregunto si con todo esto le pagó a Sabilondo, o le dio amnesia con la "propina"...
Ya nada mas faltaría que Sabilondo ante la falta de pago de su propina demandara al propietario... lástima que ya no supimos cuál fue la suerte del portero.
En fin... creo que cualquier propietario tendrá nuevos elementos para decidir contratar los servicios de Sabilondo, y éste último mi única recomendación es que continúe con su trabajo sin intentar usurpar una profesión que no permite improvisaciones.
Claudio Márquez Passy
