¿VENDES LOTES O VENDES ELOTES?

 

Querido lector@... seguramente no es muy exacto el dato, pero he podido averiguar que hay 47 millones de km2 de superficie urbana, para pastoreo y cultivo disponibles en nuestro planeta. Dicho de otro modo 47 billones de m2. Nada más.

Con 7,337,500,000 habitantes al día de hoy (7 de Noviembre de 2015) nos tocan 6405 m2 aritméticos por persona. Cuando usted esté leyendo este artículo ya no serán exactas mis cifras.

El 5% de la superficie es de tipo urbano donde vive la mitad de la población, dejando 44.65 millones de km2 de superficie rural, lo que le deja 12,170 m2 por habitante a los que no viven en ciudad y que viven en zonas rurales.

Cada habitante de zona urbana ocupa aritméticamente 640 m2. El DF ya tiene a un habitante por cada 168 m2.

Así como no hay nada que pueda controlar la expansión urbana, del mismo modo tampoco no hay nada que controle la expansión rural, es decir que 3,668,750,000 habitantes simplemente viven en el campo.

Si los que viven en el campo decidieran ocupar la misma superficie de los que viven en superficie urbana es decir 640 m2, ocuparían 5% de la superficie rural y dejarían 95% para cultivo y pastoreo. Es decir deberían "replegarse" de los 12,170 m2 a los 640 m2 que hoy les toca aritméticamente a cada habitante rural, y dejar 11,350 m2 por habitante para producir alimentos y ganado, o sea 1.1 has.

Sin embargo existen grandes extensiones en todo el planeta concentradas en manos de muy pocos, lo cual mientras hayan sido adquiridas honestamente es perfectamente válido, pero con un pequeño problema el cual le llamo:

Tierra ociosa.

Esto ocurre por efecto de la especulación financiera desmedida, y consecuencia de las cuentas mentales y felices que pasan por la imaginación del propietari@ legítim@ de dichas extensiones, generando que no se cultive, no se produzca ganado, y que ahí no viva nadie. Esta cifra de tierras ociosas rurales, considero que no será sencilla obtenerla pero basta darse una vuelta alrededor de donde usted viva, y quedar alarmado del abandono de las mismas.

Otras razones para que ocurra lo anterior, es que las autoridades en curso especulen en su no-desarrollo, impidiendo o encareciendo la posibilidad de meterlas al mercado en forma de lotes unifamiliares, o desarrollos comerciales, industriales o educativos, producto de burocracia, mala planeación, regulación excesiva y corrupción.

Problemas normales como herencias, pleitos, invasiones, etc. suman superficie a esta tierra ociosa.

Sin embargo, el primer responsable es el dueño de la tierra al no hacer lo necesario para que al menos por una conciencia ética elemental hacia el planeta, la ponga a disposición de otras personas que seguramente están pagando una renta por habitar este planeta.

En mi andar de hace un rato en la profesión inmobiliaria, muchos propietarios me siguen repitiendo frases como... "o me llegan al precio o no vendo", "o bien vendido o bien podrido", "no quiero malbaratar", "no tengo prisa en vender", "a mí me costo tanto, y hoy vale tanto", "ya lo pensé bien, y hoy vale tanto más", "Si no lo vendo, pues que se hagan bolas mis hijos cuando yo me muera".

Con todo lo anterior, el terrateniente juega a su favor haciendo cada día más escaso y caro el suelo disponible, generando más pobreza, sin darse cuenta que en su tierra y mientras juega a "esconderla" ni vende lotes, ni siembra elotes.

Si al menos sembrara algo de maíz en lo que aclara su mente, le daría de comer a algunos congéneres, y evitaría ser el primer perjudicado en este macabro juego, pues mientras hace sus "cuentas felices", su terreno no vale nada, no produce nada, y más aún lo quema en el mercado espantando a posibles inversionistas que estarían más dispuestos a apostar por un mejor reparto de la superficie aún disponible en este mundo.

Así pues querido lector@, si acaso usted es propietari@ de alguna extensión de tierra de este finito planeta, piense antes que nada que al estar de paso por el mismo, nada se llevará y cuando haya partido no se podrá llevar sus escrituras a donde vaya, pero si podría haber dejado una mejor calidad de vida a los que se quedan por otro rato.

En resumen solo me resta proponerle que vea la manera de vender lotes disfrutando de ganancias razonables y legítimas, y si aún sigue pensándolo, entonces, y mientras tanto, siembre maíz para vender elotes y que algunos otros para consolación parcial de su conciencia, se alimenten con un producto cosechado en una tierra que ni la vende, ni la renta, ni la desarrolla...

Sin embargo... ¿Quiere desarrollarla, no quiere venderla y no tiene dinero? ¿Este es su pretexto?, entonces busque un socio, tema que entonces no es optativo sino obligatorio. Si usted me está leyendo en la Patagonia, en Sudáfrica o en cualquier lugar más allá del Bajío, Estado de México o Distrito Federal, de momento no podré asesorarlo en este tema como es debido...

Nota: La imagen no es fotomontaje, fue obtenida en algún terreno de San Juan del Río, Qro. y me motivó para desarrollar el tema.

 

Claudio Márquez Passy

 

 

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