LA BOLSA INMOBILIARIA




Paseándome en una feria del W.T.C. en la Ciudad de México por el año de 1991, entre otros expositores me encontré el stand de AMPI DF, y con cierta curiosidad pero con previo conocimiento sobre el tema, me acerqué a preguntarle a la encargada que si la asociación contaba con algún sistema tipo MLS (Multiple Listing Service) como tenían los americanos y canadienses, que les permitían realizar operaciones compartidas, a lo cual me contestó que en efecto, y que cada quincena imprimían un listado de 300 propiedades aproximadamente, y que todos podían vender de todas -yo le contesté- ¿Dónde firmo?

Además de que no me importó cuanto era la cuota, ni la recuerdo, lo que sucedió a menos de seis meses de ir todos los martes a las juntas de Bolsa Inmobiliaria y participar activamente, fue que había alcanzado casi el 50% de mi facturación en operaciones compartidas.

A mediados de 1992 ya estaba dirigiendo dicha Bolsa Inmobiliaria de AMPI DF. A fines del mismo año, paradójicamente estaba frente a otro stand de la expo anual de la NAR (National Association of Realtors) en Hawái, y este era un proveedor de MLS que le vendía sus servicios a muchas asociaciones de Estados Unidos, quien me prestó uno de sus libros prototipo ---que yo de algún modo ya conocía en viajes que había hecho a Canadá--- y le lancé una sencilla pregunta: ¿Podríamos tener sus servicios en la Ciudad de México?, a lo que sin razonarlo me contestó un simple: "Yes".

Yo pasé a formar parte del consejo de AMPI DF, y entonces creamos un comité de bolsa, que se encargó de diseñar todos los detalles de este libro versión MLS mexicano. Javier Lomelín, Luis Horacio Madariaga, Luis Robina, Luis Cancino, Víctor Perera (q.e.p.d.) y algunos otros fuimos los responsables del diseño final.

En Mayo de 1993 ya contaba nuestra asociación con su sistema de MLS y su primer libro de bolsa entregado, 116 socios y aprox. 600 propiedades; y como Internet ya estaba en ciernes, recuerdo que toda la información se enviaba desde las oficinas de Paseo de la Reforma a la Ciudad de Macomb, Illinois a través de una computadora con un incipiente modem de 33k !!! Pero lo verdaderamente sorprendente es que de ahí en adelante cada 15 días recibíamos en la aduana del aeropuerto los libros impresos de todos los asociados.

Cada asociado enviaba "por fax" su formato de captura a AMPI DF, y las fotos se llevaban personalmente a las oficinas donde se escaneaban y enviaban electrónicamente. Creo que pocos valoraban la proeza quincenal de lograr toda esta aventura, y honor a quien honor merece en su impecable cumplimiento como fue la empresa Compulist con sede en Macomb muy cerca de Chicago IL.

Y para entrar al tema recuerdo que yo fui a recoger el primer libro, con el cual salí corriendo a ver un cliente que vendía su departamento por Coapa al sur de la ciudad. Cuando le mostré este flamante primer libro de Bolsa Inmobiliaria me preguntó...

¿Cuánto cuesta anunciarse ahí?

En primer lugar le dije que no era un medio impreso público sino interno de la asociación, y por otro lado no tenía costo alguno al firmarme la exclusiva por 90 días. Le expliqué que los 116 asociados podíamos vender todas las propiedades, a lo que con los ojos bien abiertos y no pudiendo salir de su sorpresa, se tardó unos instantes en firmarme la exclusiva. Este cliente fue el primero que vio este libro en todo México.

Recibíamos no solo un libro sino dos diferentes cada quince días, y creo que el segundo libro contenía información equivalente a oro molido. Me explico... era el libro de las ventas realizadas en la última quincena (el de la portada roja). Ya podrá imaginar querid@ lector-a como codiciaban esta información los agentes o corredores externos a la asociación. Había valuadores que decidieron pagar su membresía con AMPI solo por tener acceso a este impresionante compendio que nos daba el valor real de cada propiedad, pues no hay mejor avalúo que "el cheque".

Los propietarios firmaban la exclusiva "sin chistar" y las comisiones promedio eran de 6%; algunos cobraban sin recato el 7% y los dueños pagaban feliz el servicio!!! Algunos con pena y vergüenza pedían el 5%. Monterrey, Cuernavaca, Acapulco y alguna otra sección de AMPI iniciaron el sistema. Entonces ya como consejero nacional de AMPI, dirigía la Bolsa Inmobiliaria Nacional a mediados de 1994. El presidente nacional de AMPI en turno Rubén Martínez Gott, me invitó a contender para la presidencia de 1995, pero tuve que declinar pues ya tenía planes de vivir en el extranjero.

Teníamos un ENORME valor agregado frente a nuestros clientes, resultando que algunos despachos ya reportaban hasta 80% de operaciones compartidas. Todo mundo tenía el expediente impecable con el contrato firmado en rigurosa exclusiva, pues era parte del reglamento de bolsa; caso contrario era motivo de sanción, y cualquier reincidencia era expulsión del sistema. No había consideraciones al respecto.

Yo me fui vivir a Canadá en Septiembre de 1994 y dejé la asociación con 181 socios y poco más de 3,000 propiedades. A fines de 1995 el sistema dejó de existir producto de la devaluación y de la intención de hacerlo en México, asunto que jamás sucedió, por lo que la asociación jamás volvió a ver algo semejante.

El verdadero fondo del asunto es que 1995 fue el año del despegue de Internet quien se convirtió en el enemigo silencioso de cualquier bolsa inmobiliaria en el mundo, y por ende de cualquier asociación, y si AMPI sufrió este embate no digamos la NAR que once años después, es decir en el 2006 estando en su punto más alto de membresía con 1,357,732 socios, llegó al 2012 a contar con 999,824 asociados. En seis años perdió 357,908 socios (163 DIARIOS) producto de la presencia de sitios como Zillow.com o Trulia.com que hoy son las Bolsas Inmobiliarias más grandes del mundo, con la pequeñísima diferencia estructural que aquí puede anunciarse cualquier agente inmobiliario que no pertenezca a la NAR, y lo peor de todo, es que puede anunciarse directamente el propietario del inmueble. Así es la tecnología y el mercado. Como sea la NAR tiene al cierre de 2015, la cantidad de 1,167,595 socios, es decir recuperó 167,771 socios en tres años (153 DIARIOS)... Algo está haciendo bien, pero todavía le faltan 10 diarios para recuperarse al nivel que estaba, y no puede decir que está creciendo pues aún le faltan 190,137 socios para llegar al punto en que estaba en 2006, es decir hace DIEZ AÑOS. Estimo que para 2019-2020 pueda tener la misma membresía del 2006.

Internet le habrá quitado 14 años de vida a la NAR, y como sea sus 1,222 bolsas inmobiliarias siguen sobreviviendo razonablemente.

¿Que hacer en México? Seguiremos platicando del tema...







Claudio Márquez Passy

 

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