14 de Noviembre, día del Profesional Inmobiliario

Tiene que pasar mucho tiempo para que alguien que decidió dedicar su vida a la profesión inmobiliaria, se de cuenta que es algo más que cobrar una jugosa comisión.

Por más que creamos que actualmente el público nos necesita para vender su casa, en el fondo tal pareciera que nosotros necesitamos más del propietario para seguir sobreviviendo, y mientras un dueño vea en los ojos del agente el signo de pesos va a buscar la forma de necesitarnos poco o nada.

Un dramático ejemplo es el vendedor de tiempo compartido, con el cual me ahorro muchas explicaciones del párrafo anterior, y digo resumidamente lo que siente y percibe el cliente en mayor o menor escala.

Sin embargo, la historia del corredor de Bienes Raíces en nuestro país tiene muchas vertientes con todo tipo de calificaciones, pero lo que debemos analizar los logros que nos hemos fabricado, y del mismo modo comprender los obstáculos que sin ayuda de nadie nosotros mismos también nos hemos puesto en el camino.

Los logros... muchos!!! Una asociación de más de seis décadas de fundada, y que bajo su actual nombre: AMPI (Asociación Nacional de Profesionales Inmobiliarios) ha construido con muchos esfuerzos de todos los que hemos sido actores en alguna época de su existencia, diferentes herramientas invaluables todas ellas. El título y cédula profesional ante la S.E.P. la certificación, los convenios y relación con organismos nacionales e internacionales. Su presencia en medios. La profesionalización de sus agremiados, etc. etc.

¿Y que más? Bueno... como todo, quedan pendientes muchos desafíos que nuevas dirigencias tendrán como reto a resolver, de aquellos obstáculos que nosotros mismos hemos puesto en nuestro camino, y hoy han complicado el desenvolvimiento de cada agente, cada corredor o profesional frente al mercado que cada vez exige más, y en algunos temas cree menos.

Un Agente inmobiliario como lo comentaba en otra editorial debe ser en todo momento el "porqué" de un cliente, y no el "para qué".

La confianza del propietario, o del comprador o inquilino ha sido, es, y será, la materia prima para lograr la misión que día a día nos encomienda el cliente.

Y la confianza no se logra por petición, por decreto o por suerte, sino por consecuencia de los actos realizados frente a cada cliente que regresa tiempo después o nos recomienda, producto de una serie de acciones pensadas y producto de la experiencia de cada uno de nosotros, que aplicadas a la venta o arrendamiento de un inmueble, trae por resultado un cierre exitoso y con paz mental para nuestro cliente.

Nuestro gremio es único por su estructura, y no debe perderse jamás su esencia que es el máximo valor agregado que podemos ofrecer a propietarios y compradores, el cual se cimienta en la operación compartida y referida, y que si bien sigue presente, se ha debilitado notoriamente en los últimos 25 años. Este es el máximo reto o desafío a vencer, pues los tiempos de venta o de localización de un inmueble se acortarían, trayendo como resultado una eficiencia notoria en el cierre de la operación.

La Internet se ha vuelto aliada evidente, pero enemiga invisible de nuestra actividad, pues ya hay muchas cosas que el dueño de una casa puede hacer sin nuestra ayuda, que tiempo atrás no sucedía, por lo que ahora debemos conocer cuales son nuestros nuevos valores agregados que pondremos en la mesa del cliente para que vuelva a sentir la imperiosa necesidad de contratarnos.

La NO-exclusividad y la reticencia a firmar contratos, es un claro indicio de lo que sucede en el mercado. Esto es algo delicado que puede revertirse con sencillez retomando la operación compartida y/o referida, que es algo que nunca podrá hacer un propietario por su cuenta. Aquí hay un valor agregado que vale la comisión cobrada peso sobre peso.

Colgar 2, 3, 4 o hasta 5 rótulos en una casa (tengo pruebas de lo dicho) es síntoma grave de retroceso. Cuidado !!!

Aceptar comisiones reducidas con tal de que nos firmen una no-exclusiva, es el peor indicio de que algo anda muy mal.

Todas las poderosas armas que hoy tenemos en nuestras manos y que menciono en el sexto párrafo, sumadas a retomar la operación compartida y/o referida, nos pondrían en un nivel competitivo como en el mejor país que podamos imaginar, enalteciendo la profesión y cambiando la imagen del agente inmobiliario a un nivel como cualquier profesional de carrera.

La oferta académica que hoy existe es impresionante. Nada de lo que hoy se ofrece existía en uno por ciento hace 30 años.

Aprovechemos lo que tenemos. Repensemos lo ya hecho, y como la regla de cualquier inversionista de Bienes Raíces... Imaginemos el edificio que queremos construir en el terreno de nuestra profesión.

Felicidades a todos mis colegas en nuestro día!  Les mando un fuerte abrazo!

Claudio Márquez Passy

 

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